jueves, 23 de septiembre de 2010

MARKETING VIRAL. LO LLAMES COMO LO LLAMES TODO SE REDUCE A LOS CONTENIDOS INTERESANTES.

Lo llames como lo llames todo se reduce a que las cosas que dan que hablar son aquellas que le interesan a la gente. En la comunicación de hoy en día (no ya en la comercial, que suele ir bastante por detrás de la realidad) estamos claramente en esa fase. Por ahí van a ir lo tiros de "absolutamente" todo.
Algunos sabréis que el marketing viral empezó nada menos que en 1997, con los pies de mail que los servicios de correo electrónico libres incluían en los correos salientes de los usuarios. Yo empecé a oírlo en el año 2000, por boca de Paul Flemming de Bcn Virtual, y aquello me sonaba a moda más que a otra cosa.
El hermano 1.0 de esto es el Wom (Word of mouth), o lo que hemos llamado toda la vida boca a boca, que es más viejo que el clavo del almanaque y que se reduce basicamente a lo mismo en el entorno off-line.
Luego esta el buzz, hacer ruido, que es igual que el wom pero de forma más masiva. Llamar la atención y que los medios masivos se hagan eco de ello.
Al final, viral, buzz, wom, etc. se reduce básicamente a: “Contenidos que le interesen a la gente y que incorporen a sus conversaciones con los demás”. Pero es que en la comunicación de hoy todo se reduce a eso: contenidos que interesen a la gente. Lo demás es ruido (pero ruido del malo) que no le interesa a nadie.
El poder exponencial de todo esto es que a día de hoy, todos somos emisores potencialmente masivos sin necesidad de un medio oficial que nos de la cobertura, como si que sucedía antes. Cada año que pasa, cada herramienta que nos hace más cercanos al resto de habitantes del planeta, genera una comunicación más desordenada y segmentada, pero a la vez más potente.
Por eso escuchar antes de hablar es hoy más importante que nunca. Si no sabes que le interesa a la gente, no puedes entrar en la conversación.



Aquí una gran campaña viral