martes, 15 de junio de 2010

SOBRE LO MARAVILLOSO DE VIVIR UNA REVOLUCIÓN

Es maravilloso. Ver cómo te encuentras en medio de una revolución que cambiará todo lo que hemos estudiado y vivido hasta ahora. Comprobar cómo se van sucediendo los acontecimientos, poco a poco, casi de manera imperceptible para el ojo del espectador. Es maravilloso ser consciente del cambio y permitirnos el lujo de poder observarlo.
Y es importante porque las oportunidades serán para los adelantados, para los pioneros, para los que la vean en los inicios o antes de que se produzca.
En la comunicación en general estamos asistiendo a muchos de esos cambios. Somos testigos privilegiados de esa revolución, la revolución de la información/comunicación. Como consecuencia de ella asistimos a un cambio que está modificando la relación empresa cliente: los medios. Los medios ya nunca volverán a ser lo que eran, lo que nos enseñaron, y lo que aún hoy la mayoría creemos que son.
Se acabo aquello de separar los medios entre convencionales y no convencionales. Esa separación respondía sólo a la dictadura de los medios de comunicación. La dictadura del usuario , el que ahora tiene definitivamente, y cada vez más, el poder, nos lleva a dividir los medios (según anuncian los expertos) en base al control q sobre ellos tenemos como empresa: Medios propios, sociales o de pago.
Los medios de pago, los habituales hasta la fecha. En ellos seguiremos o no estando, de una manera cada vez más conexa (se supone) con los contenidos que esta ofrece. Conocemos sus limitaciones en cuanto a interacción y fiabilidad, pero seguirán ofreciendo masividad a pesar de la fragmentación de las audiencias. A los “locos” del grp les seguirá encandilando, pero conforme la fiabilidad de los mensajes esté más medida, estos medios perderán cada vez más valor.
Por otro lado están los medios propios. En ellos reside un potencial tremendo para las marcas, en la medida en que sepamos ofrecer contenidos valiosos para el usuario, que den que hablar y provoquen la interactividad. Todo lo que no nos lleve a esto es poco más que dinero y esfuerzo tirado a la basura. Los medios propios, con mucha seguridad, marcarán distancias entre unas marcas y otras en los próximos años.
Por último tenemos a los medios sociales. En ellos se pasará o no revista a lo que hace la marca en el resto del universo. Aquí la marca tendrá un poder limitado, el que le posibilite su capacidad de relaciones públicas (arma clave en este nuevo escenario).
Con este universo que nos plantean se siguen aceptando los planteamientos que la mayoría hace acerca de la integración de mass media y nuevos formatos. Hemos de tener los tres medios en cuenta (o los dos con el esquema tradicional). De momento y durante años, de la pericia de movernos, atraer, ser consistentes y transparentes conforme a un posicionamiento dependerá el éxito de las marcas.
Estamos en medio de esta gran revolución, permítete el placer de observarla.